Lo inesperado por Merlina Meiler

Cuando sucede lo inesperado y no sabemos cómo reaccionar o cuál es el primer paso para dar, hay un recurso que suele ser infalible:

Concéntrate en ese lugar de tu interior en el que anida la calma e intenta conectarte con él.

Vuelve a tu centro, que es el lugar donde cuentas con lo mejor de ti para capear la tormenta.

Como bien lo expresa Deepak Chopra, “En el medio del movimiento y del caos, mantén la calma dentro de ti”.

Respirar tranquilamente, a un ritmo pausado, suele ayudar a descontracturarnos y a bajar las revoluciones, hasta llegar al punto en que podamos pensar con mayor claridad, basándonos en nuestros propios pensamientos y creencias.

Trata de abstraerte por un momento de las interferencias externas, porque pueden hacerte tomar decisiones de las que no estás del todo seguro. Ya habrá tiempo para escuchar otras voces y para elegir si les darás cabida o tan solo les agradecerás por sus buenas intenciones.

Seguramente estarás pensando que es más fácil decirlo que hacerlo, que de afuera todo se ve distinto.

Pero habiendo estado en ese lugar tantas veces, llegué a la conclusión que no hay nada mejor, en caso de que nos caiga un balde de agua fría, que reencontrarnos con nuestra esencia o, por lo menos, hacer el mejor de los intentos.

Todo acercamiento a tu interior, en la mayor o menor medida en que lo logres, será bueno.

Porque es ahí donde se abrirá un mundo de posibilidades reales, al alcance de tu mano (ya que se trata de tu propio designio y arbitrio) y donde podrás comenzar a vislumbrar los pasos a seguir, la gente a contactar y qué, decididamente, no harás.

Y todo esto, nadie mejor que tú lo sabe.


Fuente: Mejora Emocional

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