"El destino del hombre está determinado por la naturaleza de sus necesidades. Pongamos un ejemplo: si necesitáis una gran cantidad de cigarrillos y de alcohol diariamente, si necesitáis acumular posesiones: casas, coches, empresas, si necesitáis ir cada noche a una discoteca, o al casino a jugar a la ruleta, vuestro destino está claramente marcado: la decadencia, la ruina y quizás la cárcel. Y si sentís necesidad de contemplar la belleza divina o de propagar la paz y la luz a vuestro alrededor, ahí también está claro: hallaréis la alegría y la plenitud.
¿Cómo no se dan cuenta los humanos de que cada necesidad, cada anhelo y cada deseo les sitúa sobre unos raíles determinados? Según sean sus aspiraciones se dirigirán hacia regiones infestadas de avispas, de serpientes y de fieras, donde serán despellejados… o bien hacia regiones luminosas y magníficas donde encontrarán muchas alegrías. Según sean sus inclinaciones, sus gustos y sus deseos, cada uno determina su punto de llegada."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
¿Cómo no se dan cuenta los humanos de que cada necesidad, cada anhelo y cada deseo les sitúa sobre unos raíles determinados? Según sean sus aspiraciones se dirigirán hacia regiones infestadas de avispas, de serpientes y de fieras, donde serán despellejados… o bien hacia regiones luminosas y magníficas donde encontrarán muchas alegrías. Según sean sus inclinaciones, sus gustos y sus deseos, cada uno determina su punto de llegada."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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