La belleza de la experiencia

Cultivemos la belleza interior, la exterior se acaba con el tiempo.

Cuando esa belleza la queremos prolongar, lo único que logramos, es una triste caricatura de la realidad.

El encanto de la juventud, es solo eso, un encanto pasajero, la personalidad se logra con los años y la experiencia.

Cuando ya no eres una marioneta de la moda, cuando ya sabes, qué te luce o no, cuando tu vestuario refleja; comodidad, sencillez y elegancia, sin estar precisamente a la moda, lograste combinar buen gusto con tu apariencia de seguridad y desparpajo, que solo lo dan los años.

Por eso, cuando esa belleza temporal se va, debemos buscar la otra, en vez de unos ojos apagados, logremos una mirada bondadosa, en vez de un rictus serio que baja la comisura de los labios, acostumbremos
una ligera sonrisa, muestra de que ya nada nos impresiona.

En vez de movimientos lazos y desanimados, cambiémoslo por táctos amorosos y corteses, que estos sean lentos pero seguros. ¿Cómo se logra esto?

Abrigando sentimientos de armonía y de paz, en vez de regaños, emitamos juicios serenos y consejos sabios.

Cuando estos sentimientos de amor habiten nuestro interior, la belleza interna se proyectará exteriormente.

Siempre habrá una luz en nuestra personalidad que no se logra nunca, con ropas caras ni a la moda.

Empecemos desde hoy, a cultivar esa belleza interior que marcará nuestravida por siempre y la mente de quienes nos rodean.

Y así envejeceremos con gracia y dignidad, pero mas importante aun, disfrutaremos nuestra nueva edad.

Desconozco a su autor


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