¡Cuánto puede expresar tan solo una palabra!
Tres letras cargadas de contenido, cargadas de vida.
HOY...
Hoy no es ayer ni es mañana, hoy es hoy.
Hoy es aquello que vivimos, aquello en lo que soñamos...
Hoy es las oportunidades que se ponen en mi camino para
ser feliz,
los momentos en los que disfruto siendo quien soy,
las llamadas que la vida me hace para darme con libertad,
con sinceridad, con claridad...
Hoy es la oportunidad que me brinda Dios de aceptar
aquello que más me cuesta,
aquello que menos entiendo y me hace sufrir.
Hoy soy yo, ayer era yo y mañana seré yo... siempre seré
yo.
Todo lo que me rodea me ayuda a ser yo misma
porque en mí está la libertad de poder elegir, la
libertad de vivir.
Hoy quiero elegir... y mi primera elección es ser yo a
pesar de las contrariedades
que la vida me pueda traer, a pesar de las satisfacciones
que pueda alcanzar
o las realizaciones personales que llegue a conquistar.
Hoy elijo ser yo misma, sin miedo, sin temor, sin
orgullo, sin anclamiento...
Hoy elijo ser yo desde lo que soy, desde lo que se ve y
desde lo que no se ve de mí,
desde lo que soy capaz de transmitir y desde lo que se
queda sin expresar.
Hoy...
Solo por hoy... ¿y mañana?...
El mañana es incierto, débil, quebradizo, inseguro...
No puedo vivir del mañana y tampoco del pasado,
por eso quiero vivir el hoy con la mayor intensidad de la
que soy capaz,
mirando de frente y diciéndole a los que me rodean que me
siento feliz siendo como soy,
que el crecer como persona no significa anularme en lo
más esencial,
significa vivir en actitud de entrega, generosidad,
crecimiento interior...
La vida me rodea, las personas existen, el mundo gira
conmigo o sin mí,...
Por eso yo, desde lo que soy en profundidad quiero
decirle a la vida, a las personas, al mundo,
que a partir de hoy opto por la libertad, por la
felicidad de ser fiel a mí misma y a Dios,
por la verdad, por la serenidad, por la confianza
plena...
Hoy opto por vivir el hoy.
Encar
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