Si deseamos conservar la ilusión y el optimismo incluso
en las situaciones más difíciles, no debemos olvidar las siguientes
recomendaciones:
-Mantener la confianza en nosotros mismos y en nuestras posibilidades.
No se trata de caer en el narcisismo, sino de intentar anteponer nuestras
virtudes a aquellas limitaciones que pudiesen afligirnos.
-Trabajar a diario por hacer realidad nuestros proyectos,
sueños, etc. No podemos conformarnos con trabajar, comer y dormir, sino que
debemos permitirnos hacer aquello que verdaderamente nos guste.
-Esforzarnos por ver siempre la parte positiva de las
cosas pues, a menudo, la realidad tiene dos caras.
-Buscar aficiones que nos impidan caer en el aburrimiento
y la monotonía.
-Intentar ser independiente y no ilusionarnos simplemente
con los proyectos de los demás. Tomar iniciativas puede darnos gran seguridad
en nosotros mismos y en nuestras posibilidades.
Enemigos de la ilusión
- La rutina sin incentivos.
- El pesimismo ante todo aquello que puede depararnos el
futuro.
- La inactividad o resignación absoluta ante
acontecimientos no deseados.
- La autocrítica feroz e injustificada.
LA CITA
Dos ranas saltaron dentro de un cubo de nata en una
lechería. "Más vale que nos demos por vencidas", croó una de ellas
mientras se esforzaba en vano por salir. "Estamos perdidas".
"Sigue nadando", dijo la otra. "Saldremos
de alguna manera".
"Es inútil", chilló la primera. "Es
demasiado espeso para nadar, demasiado blando para saltar, demasiado
resbaladizo para arrastrarse. Como de todas maneras hemos de morir algún día,
mejor que sea esta noche".
Así que dejó de nadar y pereció ahogada. Su amiga siguió
nadando y nadando sin rendirse. Al amanecer se encontró sobre un bloque de
mantequilla que ella misma había batido. Y allí estaba sonriente, comiéndose
las moscas que acudían en bandadas en todas direcciones.
Antigua leyenda china.
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